Manteniendo su liderazgo en la producción de pulpa en España gracias a sus plantas en Navia (Asturias) y Pontevedra (Galicia), con una capacidad conjunta superior al millón de toneladas anuales, Ence ha logrado posicionarse como uno de los principales productores de energía renovable a partir de biomasa, lo que marca una transformación significativa en su modelo de negocio.
El reciente incremento de precios de la pulpa, que ha alcanzado los 1.440 dólares por tonelada, ha sido un factor crucial para la empresa. Estos precios, significativamente más altos que la media de los últimos diez años (650 dólares), han permitido a Ence generar una elevada caja, que está siendo utilizada para financiar su expansión en el sector de las energías renovables sin comprometer su estabilidad financiera. Además, la empresa mantiene un enfoque disciplinado en la reducción de deuda y la distribución de dividendos, asegurando una estructura financiera robusta y preparada para enfrentar futuros desafíos.
El negocio de energía renovable, centrado en la generación a partir de biomasa, ha cobrado una relevancia creciente dentro de Ence, hasta representar una parte significativa de su Ebitda. Con una capacidad instalada de 266 MW, Ence está enfocada en el crecimiento de este segmento a través de proyectos de biometano y generación de calor. La empresa espera duplicar su Ebitda en los próximos años, diversificando así su fuente de ingresos y reduciendo su dependencia de los precios de la pulpa.
A nivel de valoración, con un precio ligeramente por encima de los 3 euros, el P/E de Ence se sitúa en torno a 10-11x, lo que indica que el mercado empieza a otorgarle una cierta prima por su giro estratégico hacia negocios menos cíclicos. Sin embargo, para encontrar un P/E inferior a 10x, que sería más acorde con negocios que presentan cierto ciclo y volatilidad en los beneficios, tendríamos que utilizar las estimaciones de 2027. Esto sugiere que, aunque el potencial de crecimiento está reconocido, la valoración actual podría limitar el atractivo de la acción en el corto plazo.
En resumen, la transformación de Ence, de un productor de pulpa a un líder en energía renovable, ha dado al grupo un perfil más sólido, reduciendo la volatilidad de sus beneficios y la dependencia de un solo negocio. Esta diversificación estratégica no solo minimiza la exposición a las fluctuaciones del mercado, sino que también asegura un crecimiento más estable y sostenible a largo plazo. Parece que el mercado ya reconoce parte de estos méritos, otorgando a Ence una valoración que se aleja de la típica de una empresa en un sector cíclico.